El 28 de agosto de 1942, en el Mar Caribe, frente a la península meridional de Haití, el submarino alemán U-94 del Tipo VII C al mando del Oberleutnant Otto Ites, esperaba pacientemente el convoy denominado TAW-15, constituido por 31 barcos cargados de combustible con destino a Florida, EU. Ites conocía sobre el convoy desde el día anterior, cuando observó a varios hidroaviones del tipo Catalina de la Marina de los EU saliendo de su base en Guantánamo, Cuba, para aumentar la fuerza de escolta en el Paso del Viento.
El U-94 y su comandante no eran novatos en este tipo de operación, pues estaban en su décima misión operativa, habiendo hundido 13 barcos y averiado dos más. El ruido de los motores y las transmisiones de radio del convoy lo delataron, por lo que el U-94 localizó el convoy cerca del mediodía. A la 1:30 pm Ites se acerca a la caravana de embarcaciones, en busca de un espacio en la protección de la escolta que le permita lanzar sus torpedos.
La escolta del convoy TAW-15 era dirigida por el comandante JF Walsh de la Marina de los EU abordo del destructor USS Lea. Los restantes integrantes de la escolta consistían de cuatro embarcaciones de patrulla costera estadounidense, un “minelayer” holandés y las corbetas canadienses Halifax, Oakville y Snowberry. Las escoltas estaban repartidas por todo el convoy; el Halifax se encontraba a estribor, el Snowberry a babor y el Oakville HMCS en el centro.
Oblt Ites y el U-94 se colocaron entre el Oakville y el Snowberry y estaban listos para disparar su primer torpedo cuando un puesto de observación del submarino avistó un avión Catalina listo para atacar. La orden del capitán del U-boat fue de sumergirse, sin embargo, al así hacerlo, dejó un remolino de espuma en la superficie que sirvió como punto de mira al avión Catalina, que rápidamente dejó caer una bengala y cuatro bombas de profundidad de 650 libras sincronizadas a una profundidad de 50 pies, destruyendo los hidroplanos del U-boat.
A bordo del HMCS Oakville, a una milla de distancia, las explosiones motivan al Capitán Clarence A. King, DSC, a ordenar a la tripulación que ocupara las estaciones de batalla y de inmediato se dirigen hacia el U-94 a toda velocidad. El Oakville atacó con un patrón de cinco cargas de profundidad sobre la bengala arrojada por el avión Catalina.
Posteriormente, el Oakville comenzó a buscar al U-94, que estaba paralizado, y en pocos minutos observa al submarino salir a la superficie a unos 100 metros adelante de la corbeta. El capitán del Oakville ordenó chocar con el submarino a velocidad máxima. El U-94 trata de huir pero su velocidad limitada a 12 nudos no le permite alejarse lo suficientemente rápido, por lo que el Oakville arrolló al submarino en varias ocasiones.
Acto seguido, los cañones del Oakville abren fuego y destruyen el cañon de 88 milímetros del U-94. De inmediato se lanzan cargas de profundidad. El comandante del U-boat ordenó a su tripulación abandonar el submarino.
A las 8:45 pm el capitán del Oakville ordena al Sub-Teniente Harold Lawrence y al suboficial Arthur Powell a abordar el submarino y evitar que la tripulación lo hunda. Cada uno estaba armado con una pistola, una linterna, una máscara de gas y una cadena especial para evitar que los alemanes cerraran las escotillas.
Ambos saltaron del Oakville y cayeron en la cubierta estrecha y resbaladiza del U-boat dañado, con la esperanza de capturarlo. Lawrence le ordenó a los alemanes que habían salido del submarino, alrededor de 30, que regresaran al mismo. Su preocupación era que los alemanes hubieran preparado la embarcación para hundirla. Un tripulante alemán se negó a obedecer y Lawrence le disparó con su pistola. Un segundo alemán arremetió contra Powell y recibió una bala en el pecho. Ambos submarinistas cayeron al mar y el resto de los alemanes se rindió. Mientras Powell vigilaba a los prisioneros, Lawrence entró en el submarino para incautar documentos importantes y/o su maquina enígma. Sin embargo, tuvo que salir súbitamente debido al hundimiento del U-boat por su propia tripulación. Los prisioneros alemanes fueron conducidos a bordo del Oakville.
Lawrence sólo llevaba puesto un salvavidas y un par de pantalones cortos. Fue galardonado con el DSO, (Condecoración por Servicios Distinguidos). Powell, vestido sólo con traje de baño, salvavidas y un par de calcetines, consiguió el DSM, (Medalla de Servicio Distinguido).
La realidad es que el valor que estos dos marinos canadienses demostraron es excepcional, ante un peligro de tal naturaleza. La historia del Oakville y el U-94 supera cualquier trama de Hollywood. Pocos marineros o soldados tienen la oportunidad de enfrentarse al enemigo cuerpo a cuerpo.
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